30.10.07

Tres cosillas

Tres cosillas nada más:

Guan: Mi señora y servidor hemos celebrado el aniversario de boda yéndonos de crucero por el mediterráneo. Lo mas guay de las “vacaciones en el mar” es que te cuidan a modo, o sea que no tienes que preocuparte de nada: ni de las comidas, ni de limpiar, ni de arreglar las habitaciones... La decisión mas crucial se reduce a elegir la ropa que vas a ponerte para la cena. Lo que tiene su aquél, especialmente para las amas de casa.

Podemos permitirnos estos “lujos” gracias a que estamos en ese período de gracia que media entre que los hijos ya prácticamente se las apañan solos y aún no han empezado a llegar los nietos. Ay!, que dure.

Chu: Nietos no tendremos , pero sí abuela. Pasará el invierno con nosotros la señora Amalia, la abuela de Isabel. NO puedo decir su edad. NO puedo contar nada personal de ella sin antes pasar la censura previa. Así que esta parte del post se me va a quedar corta. Aunque me gustaría contar algo porque esta señora ha vivido mucho y lo recuerda todo.

Vivir con abuelas te obliga quieras que no a relacionarte con familiares remotos o conocidos varios que, o bien ya habías olvidado o ni siquiera sabías que existían. Por un lado eso es bueno porque (re)descubres una red de vínculos y parentescos sorprendente e inesperadamente extensa. Pero por otro lado buena parte de ellos parecen a punto de morirse de un momento a otro.
Y es que vivir muchos años equivale a asistir a muchos funerales.

Fri: Ya hace seis semanas que he dejado de ser fumador. Quiero creer que no me he rendido a la campaña mediática ni a las paternales admoniciones, reprimendas y prohibiciones del Ministerio de Sanidad. Quiero creer que no me han engañado con estadísticas sesgadas ni manipulado con moralinas ni intoxicado con infopredicaciones. Quiero creer que mi decisión ha sido fruto de una reflexión libre y meditada basada sobre todo en tres evidencias empíricas, a saber: a) el tabaco es malo para mi salud , b) el tabaco es malo para mi economía, c) ya tienes cincuenta años, tronco!. Déjalo de una puta vez!.

Para dejar de fumar me presté voluntario para probar un nuevo medicamento que alivia los síntomas del sindrome de abstinencia. Parece que ha funcionado. Ahora el problema está siendo desengancharse de la pastillita.

Ta otra.