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Casi cada vez me pasa. Cada vez que pico y voy al cine a ver una peli española desas que anuncian a bombo y platillo, salgo del cine jurándome a mi mismo que nunca, NUNCA JAMAS volveré a caer en la tentación. Y pico una y otra vez porque la esperanza es lo último que se pierde y porque algunas, muy pocas, merecen ser vistas pero...
Ayer fuí a ver Alatriste. La pinícula anunciada como la mas grande superproducción del cine español y... que depre llevo, diox mío!. Bueno, la fotografía era muy buena (a veces), eso sí. El director recrea magistralmente la maravillosa luz que tan bien supo plasmar Velázquez en sus cuadros. Y si lo mejor que se puede decir de esta palícula es que (con los medios infográficos del siglo XXI, no se os olvide) se ha conseguido copiar bastante bien a un pintor del siglo XVII aviados vamos. Tan bien lo hace el director, que con harta frecuencia se regodea en algunas imágenes aun cuando eso perjudique a la narración. Ay!. La narración.
Lo que mas jode del cine iuesei es que sus directores son maestros en manejar el "tempo" de la narración: saben crear una trama, una intriga, mantenerla mediante estudiados diálogos y llevarla a su desenlace a su debido tiempo. Resumiendo, saben contar cuentos. Los dirrectorres de acá no cuentan cuentos, te cuentan su vida. Elaboran obras de arte y ensayo capaces de hundir en el más infame tedio la más interesante de las historias. Tal vez sea porque los primeros trabajan para que sus obras gusten al público que ocupa las butacas (y paga) , mientras que los segundos trabajan para que sus obras gusten a los coleguis que van a la "premié"; porque la subvención ya la han cobrado y el público es sólo un beneficio (o un daño) colateral.
Sin enrollarme más. Alatriste es un bodrio de policula. No solo se hace mas pesada que llevar una vaca en brazos, es que es incoherente. Y, por cierto, cuando no se puede o no se sabe hacer algo es mejor emplear otro enfoque que hacer el ridículo. Acostumbrados a la espectacularidad del cine de acción actual , las escenas de acción de Alatriste son penosas. Las batallas y combates parecen un partido entre escolares y la recreación de la batalla de Rocroi, la escena culminación, una patética muestra de impotencia, un quiero y no puedo completamente prescindible (cuando la imagen de los buitres de cartulina sobrevolando el campo de batalla me reí a carcajadas, para escándalo del patio de butacas) . Y que no me hablen de presupuesto que estas cosas se hacen con ordenadores hoy en día de forma casi rutinaria, incluso en pelis de serie B. Además se han gastado un pastón en vestuario, eso sí.
Y los actores?. El gran Vigo de los Anillos resulta ser mas inexpresivo que Stallone, tener menos sagre en las venas que Terminator y una voz mas monocorde que la de HAL9000 (¿por qué coño no le doblaron?). Consigue hacerme odiar a Diego Alatriste, el cual, si en las novelas resulta un personaje complejo e inclasificable, en la pornícula ésta resulta un personajillo despreciable e inverosímil. Claro que los demás actores, mas que actores parecen una colla de funcionarios haciendo teatro de aficionados. Era necesario un esfuerzo consciente de voluntad para "meterse" en el espíritu de la palícula, porque no había manera de creérsela. Bah!. Alguna excepción hay y en las dos horas y media de metraje a veces aparecen algunos destellos de buen hacer, especialmente valiosos por escasos y fugaces.
Nada, que me fastidia haber pagado 5,80 euros por ver "esto". Me dejé engañar por una buena campaña publicitaria a la que se han sumado alegremente conocidos críticos de afilada pluma, de esos que no vacilan en decir lo que piensan cuando de cine de Jólibu se trata. Han llegado a decir que la pustícula ésta retrata la caida de un Imperio, cuando lo que retrata es cuan bajo puede llegar a caer el cine español aunque disponga de presupuesto. En fin, que no os la recomiendo, a menos que seais a la vez masocas y forofos de la Selección Española de Furbo.
P.E. Para acabar de redondear el cabreo, al salir del cine mi coche se negó a arrancar. Batería kaput en domingo noche. Alatriste, que mal te veo.