22.12.08

aleluya navidá

A pesar de la crisis, de nuevo estamos embarcados en las Fiestas de Navidad, San Consumo o como se llamen. A pesar de las quejas de los comerciantes, tiendas y gandes almacenes parecen igual de llenas que otros años, pero hay un ambiente de compra desesperada que otros años no había... como si fuera esta noche la última vez. Las tarjetas de crédito echan humo y veo mogollón de gente gastándose los cuartos que no tienen, como borrachos en los cinco minutos de barra libre que a veces se ofrecían justo antes de cerrar el bar. Por las caras esto mas parece un saqueo organizado que compras navideñas. “De perdidos al río” y ya veremos quien paga la juerga al final porque otra cosa que se oye mucho es “si no podemos que pague el banco”. El último en salir que apague la luz.

Pero no nos amarguemos antes de tiempo. Lo que pasa es que soy un cenizo, pasa que la gente tiene fe en los políticos y en los economistas cuando nos dicen que a medio año regresaremos a la bendita "normalidad". Las vacas volverán a ser gordas, los bancos volverán a ser honrados y habrá crédito y trabajo para todos. A Belem los pastores, al hiper los borregos .... Aleluya!

27.11.08

La galera

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Erase una vez una galera que navegando, navegando se acercó demasiado al borde del mundo. Durante varios días la tripulación luchó contra la corriente sin conseguir apartar la nave de la Gran Catarata ni siquiera un metro. Cuando el peligro era ya inminente la oficialidad se reunió en el camarote del capitán a fin de estudiar las medidas que aún se podían adoptar para salvar la nave. Tras deliberar durante un buen rato el capitán decidió que no quedaba otro remedio que aligerar el barco...

Así pues, desmontaron y arrojaron al agua todo lo que no les pareció esencial para seguir flotando: anclas, mástiles y velas, brújulas, herramientas, los remos de repuesto y hasta los botes salvavidas. A pesar de todo no lograron separarse del borde, aunque sí consiguieron que la corriente les arrastrase un poco mas lentamente

El capitán volvió a reunir a los oficiales:

- Tenemos que aligerar el barco todavía más y no queda ya nada de lo que podamos prescindir. Alguien de la tripulación deberá ser arrojado al agua. No hay otro remedio.
- Yo no seré, desde luego –dijo el piloto- porque sin mí no sabreis encontrar un rumbo que os lleve a puerto.
- Yo tampoco - dijo el cocinero - o no comereis durante el resto del camino
- Yo no soy sacrificable - dijo el comerciante – porque sin mi no conseguireis vender la carga sin ser acusados de piratería y ahorcados.
- Yo tampoco puedo ser –dijo el contramaestre- o la indisciplina y el abandono pronto se adueñarán del barco.
- Nosotros tampoco- dijeron a coro los dos cómitres – porque sin nosotros los remeros no se esforzarán ni sabrán remar coordinados.

Finalmente acordaron que se podía echar por la borda a los dos grumetes sin mengua de la operatividad del navío, pero como éstos eran mas bien ligeritos de peso apenas hubo cambio apreciable en la marcha de la nave. Metro a metro seguían aproximándose al horizonte.

Al rato decidieron que había demasiados remeros y echaron a cuatro de ellos, los menos productivos, digo débiles; advirtiendo a los demás que si no incrementaban su productividad o sea, si no remaban más duro, tendrían que echar a algunos mas por el bien de todos los que navegaban en el mismo barco.

Con el rugido de la Gran Catarata ya en los oidos, despidieron a cuatro remeros más y luego a otros cuatro a fin de reducir costes operacionales, digo lastre al mínimo posible. Cuando el capitán declaró el Concurso de Acreedores, digo el “Sálvese quien Pueda” poco antes de despeñarse por el borde de la Quiebra, digo Gran Catarata, aún había oficiales a bordo que creían que haciendo un último esfuerzo y despidiendo a cuatro remeros de los seis que quedaban, a uno de los cómitres y al cocinero aún estarían a tiempo de salvar la nave.

Hay políticas empresariales que parecen predestinadas al naufragio.

7.8.08

Dejadlos pasar


Sur de Francia. Vestíbulo de un restaurante al aire libre situado en la orilla del canal cerca de Agde.

Lamento la mala calidad de la foto, obtenida con un teléfono móvil. El cartel de la entrada muestra varios dibujos de perros y dice (traducción libre): "En otras partes son tolerados, aquí son amados. Dejadlos pasar" y debajo otro cartel dice "Aquí, Dog Bar" sobre un cuenco lleno de agua.
Como ciudadano de un país con una cultura que considera a los perros casi como alimañas y a sus dueños como frikis sospechosos y, por supuesto, como dueño de uno de estos animales, no puedo menos que aplaudir al propietario del restaurante. Ni siquiera consideré entrar en el restaurante vecino. Y dejé propina.

3.8.08

Clochard de canal






Estamos de vacaciones, navegando por el Canal du Rhône a Sète. Ver barcos anclados en las riberas no es novedad pero este es un poco diferente. Un barco construido con toda clase de restos flotantes o apañados por ahí: planchas de poliexpán, aglomerado, garrafas, ... tiene camarotes, doble cubierta y hasta una pequeña timonera y apostaría que hay un motor bajo toda esa cochambre.
No deja de ser una chabola de río, pero también es todo un monumento al "hágaselo usted mismo". Y, de alguna forma, también destila ternura.


2.7.08

Las cosas que yo no entiendo...

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Una de ellas es, pongamos por caso lo que pasa con la industria automovilística. En una época como la que ya está aquí, de crisis, carestía de combustible y limitaciones de velocidad cada vez mas estrictas uno pensaría que la política mas lógica sería fabricar vehículos económicos, de prestaciones y consumo mas ajustados... ¿no?. Pues va a ser que no: según estudios de mercado hechos por los que entienden los que de verdad compran coches son las personas que son solventes y además quieren que se note que son solventes, así que lo que hay que fabricar son cochazos de por lo menos 200 borricos p’arriba. Y uno, que es tonto, sigue pensando lógicamente ... ¿Y porqué en lugar de jartarse a poner multas no se limitan las prestaciones y el consumo de los vehículos por ley?. Pues porque no, y ojo con joder que la libertad de conducir es una cosa muy seria aunque no figure (por un descuido imperdonable) en la Carta de los Derechos Humanos.

Así que se inundan las carreteras de limitaciones de velocidad, radares y policías y, ya puestos, se cargan los coches con pesados impuestos que no harán que consuman menos pero sí que engordarán las arcas públicas. Todo ello mientras públicamente todos se rasgan las vestiduras y se perora interminablemente sobre las razones por las que los ciudadanos irresponsables no utilizan el transporte público. (¡cómo se nota que ellos no trabajan en un polígono industrial de las afueras ni empiezan a currar a las 6!)

Otra campaña que ahora está de moda: La cruzada desatada contra las bolsas de plástico de los supermecados. Se aboga ahora por suprimirlas por gastonas y contaminantes. Y uno piensa... ¡Cóño!. Si las hicieran del material y del tamaño adecuado bien que el consumidor podría reciclarlas como bolsas de basura . Yo ya lo hago (aunque me pregunto porqué esas bolsas no encajan en ningún tamaño normalizado de cubo) ..... Después de todo una bolsa de supermercado cuesta 0,02 euros mientras que una de las otras (para plástico, para orgánica, perfumadas, de colorines...) vienen a costarle al consumidor 0,25 euros de media. Pues eso, que normalicen el tamaño y la composición de esas bolsas y el problema está resuelto por si mismo... ¿no?.

Pues va a ser que no, la solución que se propone es gravarlas con un impuesto de 0,20 € porque somos unos destructores del medio ambiente y lo que tenemos que hacer es acudir al super con el carrito o las viejas bolsas de malla (son un puto incordio, nunca son lo bastante grandes y las pierdes cada poco) y eso sí, seguir comprando bolsas de basura a precios petroleros. Pues mientras llega el impuesto yo pienso seguir pidendo las bolsas en el supermercado aunque me llamen antiecologista y aunque perjudique a la (por lo visto) poderosa industria de las bolsas de basura.

27.6.08

Vientos de guerra... hipotecaria

Reventó la burbuja, reventó....

Los últimos años de especulación inmobiliaria han empeñado de por vida a cientos de miles de familias españolas. Miles sino millones de jóvenes y no tan jóvenes han caido en la trampa de las promesas de los promotores inmobiliarios y de las entidades de crédito: Se les dijo que los pisos siempre iban a subir de precio, que si las facilidades de pago, que si los tipos era bajos, que era ahora o nunca, que si la independencia, que si podían incluir el coche y los muebles en la hipoteca .... Se ha dicho que no iban engañados , que sabían a lo que se arriesgaban ¿pero les explicó alguien que la subida de un sólo punto del famoso Euribor iba suponer un 30% de subida en la cuota mensual de la hipoteca?. Lo dudo.

No sólo han subido (y seguirán subiendo) los tipos de interés con lo que cada mes hay que pagar más y más, sino que en medio del reventón de la burbuja las viviendas que se compraron hace dos años por doscientos mil euros o más ahora no se venden ni por cien mil. Y esto ocurre en un contexto de crisis económica generalizada con sus secuelas de subidas de precios en los productos básicos, salarios más bajos, reducción de horas extraordinarias, cierre de pequeñas empresas y miles de personas al paro. Muchos descubren de repente que en España no se hacen hipotecas, se hacen “créditos hipotecarios” lo que es muy distinto. En una verdadera hipoteca la garantía del crédito es la propia vivienda de modo que, si no puedes pagar, el banco se queda con ella y en paz. En un crédito hipotecario en el caso de no se pueda pagar no basta con dejarle las llaves del piso al banco. El banco sacará a subasta el piso, un subastero se quedará con él por la mitad de su valor y los pobres infelices aún le deberán la otra mitad al banco. Sin casa y sin dinero y si no pueden seguir pagando los bancos despellajarán al pobre infeliz que les avaló, normalmente sus familiares cercanos.

No pueden vender, no pueden pagar y no pueden dejar de pagar. Están atrapados. Miles de familias.

Ahora mismo ya son muchos los que ya no llegan a fin de mes porque el pago de la hipoteca se lo come todo... ¿Que pasará mañana?

19.1.08

VOTAR O NO VOTAR?

Debe ser por la proximidad de las elecciones porque yo no suelo hablar de política y ayer, durante una tertulia con unos amigotes, no hemos hecho otra cosa que hablar de política. Pero no hablábamos de politicos ni de partidos... hablamos de política, o sea... en términos abstractos, sin comprometernos mucho no fuese a ser que dejásemos de ser amigos.

Bueno , en una parte de la charla, hablamos de la abstención, del voto en blanco, del voto de protesta.... Uno decía que en las elecciones la abstención no sirve de nada, ni quita ni pone y encima todo el mundo puede interpretarla como le venga bien y atribuirle el significado que les interesa. Otro remachaba que la abstención tampoco puede ser considerada protesta ya que nunca se sabe si es protesta, resignación o simple desinterés. Yo pensaba que como protesta es completamente pasiva ya que lleva implícita no sólo la aceptación de los resultados de las elecciones sino también la renuncia a decidir sobre ellos .

Protesta o no, la verdad es que aquí la abstención, a pesar de que empieza a ser preocupante, nos la tomamos a chirigota pero en otros paises se lo toman muy en serio: en algunos votar es obligatorio (y te empapelan si no votas) y en otros sólo votan quienes previamente se han censado como votantes; lo cual separa las churras de las merinas porque quien después de hacer el esfuerzo de arreglar todo el papeleo luego se abstiene es porque no ha podido votar por causa de fuerza mayor o porque no le ha salido de los.....

Uno de mis amigotes propone el voto en blanco, en cambio, como forma alternativa de voto protesta. Un voto de castigo genérico a toda la clase política porque implica decir abiertamente “ni me gusta lo que hay ni me gusta lo que me ofrecen a cambio”. Y yo le decía: “vale, es una protesta sin duda pero al igual que la abstención ni quita ni pone rey y encima hay que ir a votar”. Acabamos coincidiendo en que para ser un verdadero voto de castigo el voto en blanco debería contar como un partido político más y recibir el número de escaños correspondiente, los cuales permanecerían vacantes durante toda la legislatura.

Habría que ver cómo influiría eso en el reparto de escaños pero como idea no está mal aunque pienso que a la vista no se notaría mucha diferencia: el hemiciclo estaría tan medio vacío como siempre. Dado que el no-escaño tendría que contar como una abstención a la hora de las votaciones, los verdaderos problemas surgirían cuando hubiera que aprobar alguna ley que requiriera mayorías absolutas o de dos tercios. Y la pregunta del millón: ¿Quien se quedaría con el dinero de esos no-escaños y con los sueldos de los no-parlamentarios?

Ya puestos, ademas del voto-protesta los ciudadanos deberíamos disponer también de la opción al “antivoto” es decir: de poder votar contra una candidatura o candidat@ en plan “cualquiera menos éste”. Según el conocido principio jurídico de “sopa y teta no puede ser”, en unas elecciones un ciudadano no podría emitir dos votos, (es decir: o votas a favor de alguien o votas en contra de alguien) y los votos “totales” de una candidatura se obtendrían restando los antivotos de los votos. No se si serviría de algo pero los antivotos harían al menos que los escrutinios de las elecciones fueran mucho mas emocionantes.

Aguzando la imaginación, recurriendo a la tecnología actual podríamos pasar de elecciones. Cada ciudadano-votante-virtual podría votar por interné... digamos que una vez por semana. Así obtendríamos un Parlamento Dinámico en el cual el número de escaños de uno u otro partido variaría dia a día y con ellos los pactos, alianzas, etc. Las campañas electorales durarían toda la legislatura, lo que pondría aún mas marcha al invento. A lo mejor conseguíamos que los parlamentarios se ganen el sueldo a fin de fidelizar al votante.

Y ya puestos si la gente prefiere irse a la playa en lugar de ir a votar... ¿porqué no subvencionar el voto?. Podrían pagar algo ya que tan importante es y te tomas la molestia, digo yo. Y si los votos son tan valiosos... ¿por qué no cotizan en el mercado?. Podría montarse todo un negocio de compra-venta-alquiler y de paso ganarnos algunos cuartos....

Mas o menos a estas alturas los camareros nos echaron del bar y cerraron.