Llega final de mes y Fulanito está la espera de que le ingresen su menguada nómina. El dia 30 ve que no se ha hecho la transferencia, como tampoco se hace el dia 31. Reclama a su empresa, pero ésta le demuestra que ha efectuado la orden de pago el dia 29. Con un fin de semana por medio, el ingreso se efectúa finalmente el lunes dia 3 a las 11:30 horas. Para entonces (y sin importar que fuera fin de semana) ya le han cargado en cuenta la mensualidad de la hipoteca, el crédito del coche, los gastos de las tarjetas de crédito, etc. En consecuencia Fulanito se ha vuelto a quedar otra vez al descubierto y, entre penalizaciones e intereses, el banco le ha cargado 37 euros por “adelantar el dinero” durante un par de horas… ¿Dónde ha estado el dinero durante esos cinco dias?.
Lo cierto es que los bancos tienen preparado el protocolo que rige las operaciones bancarias para que a la mínima oportunidad se carguen en cuenta los pagos antes que los ingresos. De esta forma en el mejor de los casos se ahorran intereses (sólo unos céntimos, pero multiplicados por millones de cuentas). Y, si hay suerte, se puede pillar en números rojos a algún panoli que encima tendrá que pagar (unos pocos euros, pero multiplicados por cientos de miles de panolis). No tienen ningún inconveniente en juguetear con las fechas y las horas de las operaciones. Si el cliente protesta se echan las culpas unos a otros y de todas formas nadie que no sea el mismo banco tiene forma de demostrar nada. Se trata de una estafa, sí. Un pequeño desfalco. Pero jode.
Esto es sólo una muestra de la picaresca a la que recurren los bancos para desangrar a sus clientes, sobre todo a los pequeños clientes cuya situación está al borde del descubierto que son las principales víctimas de estas prácticas. No son ellos solos: Todas las grandes empresas de servicios (bancos, telefonía, gas y electricidad, etc) recurren a la pequeñas raterías mediante cargos indebidos o duplicados, rateos, redondeos, comisiones, adelantos … pequeñas sisas de uno o dos euros cada vez, apenas nada, cantidades que el cliente ni nota ni se molesta en comprobar pero que sumadas suponen muchos millones de euros.
Tratar de recuperar ese dinero ni siquiera compensa el tiempo invertido en hacerlo. Sobre todo teniendo en cuenta que tienes que perder horas de tiempo y trabajo para llamar o acudir a las oficinas en “horario laboral” y que muchos de los números telefónicos de “marear al cliente” (Uy, perdón!. Quise decir de “atención al cliente”) son de pago. Y como estos casos hay que tratarlos individualmente previa denuncia del interesado…¿Quien se va atrever a llevar a juicio a un banco por diez o quince euros?. Así que lo dejas correr pensando que tampoco es tanto dinero y que las molestias no compensan.
En las pocas (muy pocas) ocasiones en las que alguna Asociación de Consumidores de ha tomado la molestia de iniciar una batalla legal contra alguna de estas prácticas, los bancos se han limitado a devolver el dinero (varios años mas tarde) alegando “un error”. Y no todo el dinero, pues a menudo cada perjudicado debe solicitarlo individualmente y si no lo reclama pues no se lo devuelven y en paz.
Y una mierda se trata de simples errores!: se trata de un robo sistemático y planificado amparado en la impunidad, por lo difícil que es demostrar que se trata de un robo deliberado y porque además robar un puto euro aquí ni siquiera se considera delito, aunque sea a millones de personas. Y lo que está pasando es que la impunidad estimula la avaricia y ya son demasiados los que se apuntan a robar “un poco” y “un poco más”. Y la osadía crece cada dia que pasa.
He leido en alguna parte que por estos procedimientos tan ingeniosos como poco éticos las principales empresas y bancos “recaudan” al año del orden de los 7000 millones de euros. Me parece que el artículo exageraba un poco pues eso supondría poco mas o menos 140 euros anuales por cabeza, de media. El artículo era viejo, de allá por el 2007 y mucho me temo que con la crisis la cosa no haya hecho sino empeorar.
No se lo que opinan nuestros “Indignados” del tema, pero a menos que se consiga que estas microestafas masivas sean perseguidas y castigadas de oficio, a menos que se haga posible ver en la cárcel a un Botín o un Alierta por estafar un euro a un millón de personas, a menos que nos demos cuenta de que no podemos permitir esa impunidad y cara dura… A menos que… Nada. Nos seguirán robando y jodiendo, cada vez más y más hasta que algo o alguien explote.