2.12.06

FAUNA MINERA: BARRENISTA

FAUNA MINERA
ESPECIES NO PROTEGIDAS

BARRENISTA
(Litofagos horribilis anthropoidea)



Subido en su risco, del que pocas veces desciende, el solitario barrenista o litófago perforador tiene unas excelentes vistas de la cantera y de sus alrededores. Indiferente al polvo y los chirridos estrepitosos provocados por su peculiar técnica alimentaria ofrece un espectáculo aterrador mientras perfora con saña la roca que constituye su alimento.

Su técnica de caza es característica: con infinita paciencia va haciendo agujeros con el pico de su máquina hasta que consigue acribillar una pequeña sección de roca de la montaña. Una vez que el barrenista da fin a la ardua tarea preparatoria, acuden otros barrenistas para colaborar en la caza, siendo ésta una de las escasas ocasiones en que se reunen varios de estos seres , de por sí solitarios. Trabajando rápida y silenciosamente para no alertar a su presa, los barrenistas introducen en los agujeros ciertas sustancias o excreciones que tienen la virtud de romper la roca. La rotura viene acompañada de un gran estrépito y nubes de polvo, y la parte de roca aislada se separa de la montaña y se rompe en multitud de fragmentos aislados; quedando indefensa pues, como todo el mundo sabe, es el fuerte gregarismo de las rocas lo que les proporciona su inmunidad ante los predadores. La roca cazada forma un gran montón al pie de la montaña, a primera vista en mucha mayor cantidad de la que cualquier barrenista pudiera necesitar para alimentarse.

Pero el misterio se explica pronto: el barrenista necesita cazar mucho más de lo que puede comer porque el olor de la tierna roca destrozada no tarda en atraer a otras especies carroñeras de las que pululan por los hábitats mineros. Demasiado pequeños para disputarles la presa a los monstruos metálicos que se baten por los pedazos de roca entre rugidos de muchos decibelios y nubes de humo, los barrenistas se alejan prudentemente. En pocos dias la roca arrebatada a la montaña con tanto esfuerzo ha desaparecido por completo y el pobre barrenista recomenzará el trabajo de preparar los agujeros para una nueva cacería

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La actividad de los ejemplares de esta especie me han llamado siempre la atención.

Los he visto en acción cuando los llaman para aplanar un edificio demasiado viejo como para demolerlo a pico.
Y sigo mirándoles - desde prudente distancia - pues sus cálculos son tan exactos que los edificios colindantes parecen no acusar daño (tampoco me acerco a comprobarlo)
:)

Anónimo dijo...

=)
No puedo esperar por la siguiente entrega de la fauna minera :-D

Anónimo dijo...

BM: una nueva taxonomía está surgiendo de las entrañas de la tierra...los evolucionarios, expectantes ;)

Anónimo dijo...

Qué envidia de oficio, hubiera sido feliz así o manejando una de esas máquinas con una bola para destruir edificios...
Buaaaaaaa....

Xac Mazo dijo...

La próxima entrega ilustrada con fotografías. Personas sensibles abstenerse.