8.12.06

FAUNA MINERA: LA GIRATORIA

PALISTA DE CANTERA
Litopedes giroscopae
En episodios anteriores de Fauna Minera hemos hablado de la tragedia del barrenista ( Litófago horríbilis) , el cual se ve obligado a trabajar duro para ver como la mayor parte de sus presas le son arrebatadas por otros predadores y carroñeros mucho mas fuertes y mejor armados. Hoy tenemos la maravillosa oportunidad de ver en acción uno de estos superpredadores: la giratoria (Litopedes giroscopae) , un monstruo cuyos mayores ejemplares superan las mil toneladas.

El ejemplar que aparece en la fotografía (sorprendido en plena cacería) es de tamaño medio, apenas cien toneladas, y aún así puede apreciarse la ferocidad de su aspecto y las características de su técnica de caza. Las giroscopae, a diferencia de otras Litopedes, no persiguen ni acosan a sus presas, sino que cazan con una técnica mixta de acecho y rececho. Se mueven muy lentamente a fin de acercarse sigilosamente a la manada de rocas sin alarmarlas y una vez que han conseguido colocarse a una distancia conveniente de sus presas (con frecuencia consiguen infiltrarse en el interior mismo de la manada, como en este caso), con un movimiento que resulta sorprendentemente ágil en un ser de este tamaño las capturan de un mordisco. Observemos cómo la estructura de la cabeza, situada en el extremo de un poderoso pero esbelto cuello provisto de fuertes músculos y tendones, está admirablemente adaptada a su función predadora. La presa, en este caso piedras de la variedad conocida como Petra calcaereum, se ve imposiblitada de escapar debido a la peculiar biodinámica de las mandíbulas de la Litopedes, provistas de dientes puntiagudos especialmente evolucionados para penetrar y desgarrar las tiernas carnes de la roca al mismo tiempo que impiden cualquier intento de fuga gracias a su posición en el borde anterodistal de la mandíbula. Debido al movimiento circular de la cabeza al atacar, cuanto más se debata la presa con mayor fuerza se verá empujada por la mandíbula y los mortíferos dientes hacia el interior del buche.

La giroscopae es perfectamente capaz de cazar por si misma, sin embargo con frecuencia merodea por los alrededores de los terrenos de caza de los Litofago, a sabiendas de que su peso y envergadura, así como sus temibles dientes, le proporcionan ventajas a la hora de competir por el alimento que éstos arrancarán de la montaña. Además la técnica de caza del barrenista pone al alcance de la giroscopae piezas jóvenes y saludables que de otra manera le serían muy difíciles de capturar.

La relación entre las Litopedes y los Litofago parece ser completamente parasitaria, pero en episodios posteriores trataremos de las relaciones simbióticas entre diferentes especies en el hábitat minero. En particular trataremos de la asociación que se suele dar con frecuencia entre las diversas variedades de Litopedes y los Acémilarrodantis (camioneros).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

BioMaxi, BioMaxi! ¡corre! ¡hay otro post con un nuevo ejemplar de la fauna minera!

Anónimo dijo...

Me horroriza el horrible fondo marrón de florecillas.

Anónimo dijo...

El anterior era yo.