ECOPATOLOGIAS

ECOPIJO: Dícese de los individu@s que disfrutando de unos modestos ingresos aman tanto a la naturaleza que tienen una primera o segunda residencia en una de esas urbanizaciones de “alto standing” en la playa o la montaña, disfrutando de todos los servicios modernos: luz, buenas carreteras, recogida puntual de basuras, agua sobrada para regar el jardín y llenar la piscina y –últimamente- de servicios de vigilancia exclusiva a cargo de los Cuerpos de Seguridad del Estado.

Vivir apartados del mundanal ruido plantea algunos problemas de comunicación que los ecopijos resuelven mediante potentes y lujosos vehículos 4x4, aptos tanto para llevar a los ninios al colegio como para desplazarse incluso hasta el hipermercado mas lejano. Pero donde verdaderamente el ecopijo manifiesta su amor a la naturaleza y se revela su faceta de activista ecologista es en la lucha y defensa de “su” paisaje, oponiéndose sistemáticamente a que las proximidades de su casa sean mancilladas por infraestructuras molestas, contaminantes e insalubres ( líneas eléctricas, nuevas carreteras, aeropuertos, depuradoras, incineradoras, vertederos o cárceles , etc) para las cuales siempre es posible encontrar lugares mucho mas feos.

ECOLOCAO: Dícese del que cultiva sus propios alimentos, en especial del que fuma su propia maría.

ECOLOCO: Dícese del individu@ obsesionado por el conservacionismo. Paga cuotas a dos o tres ONGs, firma todas las peticiones que empiezan por “Salvemos ...”, participa en todas las manis, y no se pierde un documental de nesionalgeografiks. Para ser coherente con sus ideas , sólo ingiere productos naturales y antes de comprar, lee las etiquetas de los productos buscando los logos “comercio justo”, “ECO” y “BIO” . La lástima es que no tiene mucho donde elegir, una vez descartadas las marcas boicoteadas por antiecológicas, globalizadoras o por emplear ingeniería genética.

ECOPIRAO: Ecoloco salido de escala. Dícese del que lo abandona todo para irse a vivir a una granja en plena naturaleza, sobreviviendo a base de los frutos (naturales) del campo y de su esfuerzo. A diferencia del ecopijo, el ecopirao no suele tener un puto euro, así que normalmente la “granja” tiene poca agua, mucha mierda y carece de luz, calefacción y aire acondicionado. La mayor parte mejora en cuanto traba conocimiento de los tábanos, las pulgas y otros animalillos de la fauna local. Algunos resisten hasta que les salen sabañones.