20.4.05

Y a mi qué me importa?

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Vengo escuchando las tertulias en la radio del coche. Dos temas monotemáticos (valga la redundancia): La "traición" del PSOE en el Pais Vasco y, ¡como no!, la ascensión de Benedicto XVI. Una señora llama airada a la tertulia para hacer saber mas o menos que "Oyendoos pareciera que tuviera que salir un Papa al gusto de los laicos y de los ateos. Pues no, el Papa lo es de los cristianos católicos y si vosotros decís que no lo sois... por que os importa tanto?". Cambio de cadena para oir jazz, pero me quedo con la copla. ¿Que se me da a mi quien sea el nuevo Papa?.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola jefe:
Hoy estoy prolífico así que te cuento lo que pienso.
La señora esa tiene razón, es a los cristianos católicos a quienes primero incumbe, en ese sentido hay decepción en ciertos sectores, exceptuando quizás al Opus y a los amigos de esa tipa.
A los demás afectará de manera más o menos directa en la medida que traten de influir con su conservadurismo religioso en las democracias laicas (células madre, educación, islam, evangelismo etc.)
Por lo demás, es cierto. Si los iraníes eligen un shií más conservador o aperturista... mientras no vengan pa cá a dar órdenes.
Saludos cordiales

Xac Mazo dijo...

Vale la señora tiene razón. Pero entonces que alguien me conteste a esto: ¿Porqué la Iglesia critica (por ejemplo) la ley sobre el matrimonio entre homosexuales?. No creo que pretendan casarse por la iglesia, se trataría de matrimonios civiles, es decir: laicos. Aplicando la misma lógica... ¿A la iglesia entonces qué le importa?
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Anónimo dijo...

Hola jefe:
Pues sí también tienes razón en eso y yo a cambio sólo tengo una teoría...
Verás, la Iglesia los únicos matrimonios que reconoce son los que ella misma bendice (que yo sepa). Quiero decir que si un señor y una señora se casan por lo civil para la Iglesia siguen perfectamente solteros. Si un señor divorciado se quiere casar de nuevo con otra señora la Iglesia no le asiste... en fin creo que sabes por dónde voy.
A la Iglesia no le importan, no arman escándalos contra esos pecadores divorciados que quieren casarse por lo civil.
Mi teoría es que la Iglesia teme que la situación se normalice socialmente y que progresivamente quede más aislada de la sociedad a la que quiere guiar. Pura hipótesis ya ves.
Saludos cordiales

Xac Mazo dijo...

Hola Assur:
Pues no me parece que la Iglesia quiera aislarse. Mas bien quiere que la sociedad se adapte a sus gustos. Iglesia Católica y "apostólica", recuerda. Pero si ellos quieren cambiar la sociedad... ¿porqué la sociedad no debería intentar cambiar a la iglesia?. Uno de los jugadores reclama reglas diferentes.

Anónimo dijo...

Hola Xac:
¿Cambiar a la Iglesia?
Olvídalo jefe. A menos que vivas cuatro siglos y te dediques a denunciar sistemáticamente a todo cura, obispo, monje haya pederasta, homosexual o que conviva en pecado y la acumulación de escándalos les produzca una bajada tal de ingresos que haga pensar a alguien que quizás están cargando a los fieles con piedras de molino que ni ellos pueden llevar.

Lo de las reglas, pos fale.

Si mi opinión contara para algo o alguien simplemente recomendaría a los homosexuales que quieran casarse que aprovechen la oportunidad y que lo hagan y que traten de llevar una vida lo más normal posible.

Al fin y al cabo la ley no prohíbe casarse a los heterosexuales y tampoco obliga a nadie a hacerse gay. La normalidad social es la clave.
Saludos.

Anónimo dijo...

Hola jefe:
Mandé un correo largo y se perdió, si vuelve a aparecer dejaré de maldecir.

Desde mi punto de vista, al que nadie hace caso... te diré. La ley sobre los matrimonios homosexuales mejorará el bienestar de muchas personas sin empeorar el de otras. No se prohíbe casarse a los heterosexuales ni obliga a nadie a hacerse gay.
Esto de la mejoría se llama eficiencia en el sentido de Pareto.

Por otro lado no genera "envidia", es decir si los homosexuales se casan los heterosexuales no tendrán la sensación de que la situación de los otros es mejor a la suya propia.

Si es eficient y no genera envidia, para mí es justa. La ley es justa.

La Iglesia: la clave es que los homosexuales lleven una vida completamente normal y los que gritan vean que nadie les hace caso y que su situación para nada ha empeorado al mejorar la de otros.

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

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